Los seres representados se encuentran en un estado de absoluto reposo perdiéndose en el blanco del papel. Como el personaje de la Casa de las Bellas Durmientes, obra del emblemático escritor japonés Yasunari Kawabata, nos entregamos al placer de la observación de aquellos que con su sueño nos empapan de una energía sigilosa.
El sueño, como un catalizador de historias, están representadas en las tiras de periódicos que van envolviendo la piel de cada uno de los protagonistas. Quizás ante su presencia seamos capaces de trasladarnos al pasado, relajarnos, evadirnos y dejar fluir los recuerdos que configuran nuestras memorias… Quizás recordemos el calor lejano de un cuerpo que añoramos o sencillamente nos transporte a un estado de efímera felicidad.
